~ "La imaginación crea la realidad." (Neville Goddard) ~


martes, 17 de octubre de 2017

LA LEY (Neville - 20 de noviembre de 1959)

Neville Goddard (20 de noviembre de 1959) 


LA LEY



Todo el vasto mundo no es más que la exteriorización de lo que el hombre ha imaginado. Debo contextualizar esto diciendo que el mundo que rodea al hombre está muerto, pero el hombre es un alma viviente, y ese mundo es sensible al hombre; sin embargo, el hombre está profundamente dormido y no lo sabe. El Señor Dios puso al hombre en un sueño profundo (Génesis 2:21), y mientras duerme, el mundo reacciona como en un sueño, porque el hombre no sabe que está dormido, y, entonces, se mueve de un estado de sueño, donde es solo un alma viviente (Génesis 2:7), a un estado despierto, donde es un Espíritu vivificador (1 Corintios 15:45). Y ahora él mismo puede crear, porque todo está respondiendo a una actividad en el hombre: la Imaginación.
«El Cuerpo Eterno del Hombre es La Imaginación, es decir, Dios mismo».

El pasado martes me dieron las historias de tres maravillosos casos, y la mejor forma en que puedo describir lo que quiero decir es contándoles una de ellas: aquí tenemos a una dama que está manejando en
Sunset hacia el este, y se detiene en Laurel Canyon. Hay un autobús a su derecha, y entonces ve a una pequeña anciana vestida de gris abriéndose paso entre el tráfico, cruzando diagonalmente la calle a toda prisa para agarrar el autobús. El chofer del autobús la ve, pero arranca, dejándola en la calle. La dama que me dio esta historia me dijo que sintió compasión por la anciana, pero no estaba en el carril para poder llevarla en el auto, y tuvo que arrancar en su carril cuando la luz cambió. Se dijo a sí misma: «igual voy a llevar a esa dama». Así que en la Imaginación abre la puerta del auto y la deja entrar. Entonces, aún en su Imaginación, oye que la dama le dice que va a reunirse con unos amigos unas cuadras más adelante, y que si hubiera tenido que esperar otro autobús probablemente no la habrían esperado. La dama en el auto continuó con esta conversación imaginaria, y le tomó quizá treinta segundos hasta que se sintió satisfecha al respecto. Cuatro cuadras después, cuando se detuvo otra vez por una luz, alguien daba golpecitos sobre la ventana del auto, y allí estaba una viejita canosa y sin aliento, vestida de gris. Mi amiga bajó la ventana y la pequeña anciana dijo: «He perdido mi autobús, ¿me puede llevar? Unos amigos me están esperando y cuando vean que no me bajo del autobús pueden seguir e irse sin mí». Mi amiga la dejó entrar al auto y, luego, seis cuadras más adelante, la pequeña dama le dice: «¡Allí están mis amigos!», le agradece a la conductora y se va.

Aquí tenemos una dama a quien le digo que está despierta. Y si me lo permiten, en el cielo hubo júbilo porque uno llamado pecador (somos pecadores, porque todos erramos el blanco, y el blanco es el despertar) ha descubierto que el mundo entero es sensible a lo que pensamos. Ella realmente no pudo llevar en su auto a la dama que vio primero, así que lo hizo en la Imaginación, y entonces ve a esta otra anciana y la lleva en el auto. Aquí ella está representando su acto imaginario, y cuatro cuadras más adelante, cuando el sueño se completa, esta pequeña anciana toca la ventana de su auto. En su imaginación llevó en su auto a una pequeña y canosa dama vestida de gris. ¿Es importante si fue a la que dejó atrás en la última parada de autobús o a esta dama de gris? Todos responden a lo que hacemos en nuestra imaginación. No hay un mundo externo que esté realmente vivo. Su vitalidad depende de la actividad del hombre, que es un alma viviente. El hombre le dio nombre a los animales, los pájaros, los árboles: a todo (Génesis 2:19-20). Dios se convirtió en hombre en la forma de alma viviente, pero Él tenía que olvidar que era Dios para convertirse en hombre, y ahora el hombre tiene que convertirse en un Espíritu vivificador (1 Corintios 15:22), y en ese punto comprende que todo es actividad imaginal.

Aquí, en la esquina donde la primera parte de esta pequeña obra tuvo lugar, la mitad de los que la presenciaron insultarían a gritos al chofer del autobús por no esperar a la anciana, y la otra mitad diría que ella era una tonta por correr en la calle. La dama en el auto podría haber reaccionado así, ya que el soñador no sabe que está soñando. Solo al despertar se sabe que se está provocando un sueño, o, incluso, que se tuvo uno. La dama del auto únicamente vio que alguien había fallado en realizar un objetivo, de manera que representó para ella una escena que entrañaba que lo había realizado, y cuatro cuadras después se encuentra con esta pequeña anciana que le dice las palabras exactas que había oído en su Imaginación. Su sueño imaginativo se desarrolla detalladamente. Un sueño consciente se cristaliza en el mundo.
«Verdaderos son los sueños de los Dioses, y con total naturalidad transcurre / Su placer en un largo, inmortal sueño». Cuando el hombre despierta por completo, sueña su placer y todo le responde mientras lo sueña.

Creemos que todo en el mundo es completamente independiente de la percepción que tenemos de ello, pero todo está muerto. Lo veo, y me encuentro con él, pero todo está completamente congelado. Luego comienzo una actividad en mi interior y entonces el mundo que estaba muerto cobra vida, pero sin saber que yo lo hago. Estoy profundamente dormido y entonces, de manera absoluta, todo toma el control y se convierte en una pesadilla. Pero yo debo mantener el control y saber que todo depende de mí. El mundo es respuesta infinita, y lo que le da vida es el alma viviente llamada hombre genérico (macho-hembra) (Génesis 1:27). Y entonces Dios se entreteje en el cerebro de este hombre genérico, y luego se duerme. Cuando el hombre empieza a despertar, controla y toma las riendas, y no es más una víctima de su visión; por lo tanto, tiene el control de su atención. Todo hombre es libre de crear su mundo como quiera, si sabe que todo le responde.

En Lucas 13 se nos cuenta la historia de cinco galileos que han sido asesinados por Pilatos: «Y él mezcló su sangre con la de sus sacrificios», etcétera (Lucas 1:1). Y la figura central de los evangelios, que es tu imaginación despierta, les dice a sus seguidores: «¿Pensáis que esos galileos […] eran más pecadores que los demás galileos? No, os digo. Antes bien, si no os arrepentís, todos pereceréis del mismo modo» (Lucas 1:2-3). En cierto modo, pensamos que se lo merecen, justo como aquellos que vieron la escena en
Sunset Boulevard dirían: «¡Se lo merece! ¡Cómo va a atravesar la calle de esa manera!» En esta historia en Lucas se nos dice que alguien pecó en el pasado y fue asesinado por Pilatos. Una cosa no tiene nada que ver con la otra. Entonces, Jesús les preguntó: «Aquellos dieciocho, sobre quienes cayó la torre en Siloé y los mató, ¿pensáis que ellos fueron más culpables que todos los hombres que habitan en Jerusalem? No, os digo. Antes bien, si no os arrepentís, todos pereceréis del mismo modo» (Lucas 1:4-5).

En este nivel del sueño la gente piensa en desquitarse. Es un sueño de confusión y las personas son reactivas, pero el hombre tiene que despertar y ser un actor. En el nivel actual, el hombre está siempre reflejando la vida, sin saber que él es la causa de todo cuanto observa. Pero cuando despierta del sueño, entonces se convierte en actor. ¿Qué porcentaje hubiera hecho lo que esta dama hizo en el auto? Ellos habrían reaccionado, o se habrían dado un banquete con el fruto del árbol del bien y del mal (Génesis 2:16-17). Habrían tenido una reacción violenta, y luego habrían tenido una resistencia violenta de este universo muerto. Pero esta dama crea su sueño y todo sucede exactamente como lo imaginó, incluso el número de cuadras. Podrías casi creer que ella había fabricado a esa pequeña anciana de gris, pero te digo que todo llega como respuesta a tu maravillosa actividad imaginal.

Puedes ser cualquier cosa en este mundo, pero no puedes saberlo o esperar que llegue, a menos que actúes. Si reaccionas basado en el pasado, continúas en el mismo patrón. Para ser el hombre que deseas ser debes crear la escena, como esta dama hizo, y el mundo entero se convulsionará, si es necesario, para que suceda. No hay otro poder, sino Dios, pero Dios tuvo que «olvidarse» de que era Dios en este estado de sueño, y entonces despierta y determina conscientemente las condiciones que desea en el mundo.

Así que de nuevo le digo a esta dama que los ángeles se regocijaron por su despertar, y —esto lo digo sin orgullo— también se regocijaron porque mantuve mi promesa de que vendría y despertaría a esta durmiente en el mundo del hombre. Pues, yo también tuve que olvidar todo para ser hombre. Porque cuando uno va y luego retorna, debe olvidar todo para convertirse en hombre. Porque cuando uno va y luego retorna, debe olvidarlo todo, pero promete que cumplirá su promesa y ayudará al hombre a despertar. Así, el alma viviente se convierte en un Espíritu vivificador, y entonces crea.

Tómalo en serio. No pases por aquí dejando tu sueño en la in∙acción. A esta dama le tomó treinta segundos representar su escena y otros sesenta segundos cumplirla. Se dicen a ustedes mismos: «debe tomar tiempo». ¿Cuánto tiempo? Lean Corintios 1,18: «Podría ir ante los hombres con todas las palabras de sabiduría, pero saber sólo una cosa: la cruz. Para el sabio es necedad» (1 Corintios 1:17-18), etcétera. ¿Qué es la cruz? Piensa en ello bajo esta perspectiva: empiezas aparentemente en el vientre de tu madre y terminas en la tumba. Ustedes no, pero tienen esa imagen. Considera la línea horizontal de la cruz como el tiempo que intercepta la línea vertical, y llama a eso «estados infinitos», como la escalera de Jacob. En cualquier sección del tiempo puedo moverme hacia arriba o hacia abajo. El tiempo está fluyendo y el estado con el cual estoy identificado aún se desarrolla.

Así que sentado en mi auto puedo moverme hacia arriba y representar una escena. Actué y me mantuve dentro de ese estado, y se desarrolló. Tomó sesenta segundos. Hay infinitos estados interceptando la línea del tiempo. Llegamos a ser uno con cierto estado, y este se manifiesta a través de fenómenos tangibles. A todos aquí, no les tomaría más de treinta segundos provocar un cambio de estado. ¿Cómo sería? Nombra tu deseo. Permanece en ese estado, y éste, con el paso del tiempo, se revelará en tu mundo. Tú no haces nada al respecto una vez que has entrado en el estado, porque lo externo debe moverse por la fuerza del poder interno.

Esta pequeña anciana de gris tuvo que llegar al auto de mi amiga. Cada detalle de ese acto imaginativo tuvo lugar.

¿Por qué no? El universo es respuesta infinita cuando sabes que no hay nadie en todo el mundo que pueda jamás perturbarte, porque es una sombra. He visto el mundo entero muerto, completamente congelado, y entonces permití que algo dentro de mí empezara y todo cobró animación. Luego te haces millones de preguntas. ¿Quién soy? ¿De qué se trata todo esto? ¿Por qué? Todo aquí responde a la actividad imaginal dentro del hombre.

Cuando alguien enfermo se recupera; cuando alguien que está ciego puede ver, ¿es eso un mayor milagro que lo que esta dama contó? Ella está despierta. Si haces una fortuna, eso no significa nada. Todos los honores de los hombres en un estado de sueño son como nada. Debes «arrepentirte». No tiene nada que ver con el llamado juicio de Dios. Es solo un sueño, y el hombre está reaccionando al sueño, y no sabe que es el soñador, y que es el causante de todo el sueño.

El significado literal de la palabra griega que se traduce como ‘arrepentirse’ [metanoéo] es ‘cambiar de manera de pensar’. No tiene nada que ver con el aspecto moral. Las iglesias introdujeron eso, pero no tiene nada que ver con ello. No me importa lo que el hombre haya hecho, si cambia su manera de pensar en este sentido de la palabra «arrepentirse», ya que entonces él es la línea vertical de los estados. Él se para en un punto sobre los estados. Hay infinidad de ellos, y debemos aprender a distinguir entre el estado y el individuo que lo ocupa. Pero ahora puedo cambiar y moverme a otro estado. Puedo, con el tiempo, hacerlo en un breve instante y subir en la línea vertical de los estados.

«Vengo únicamente a enseñar la cruz» (1 Corintios 1:18), dijo Pablo. Subiré dentro de mí e ignoraré el antiguo estado, y dentro de mí asumiré que las cosas son como quiero que sean. Si permanezco fiel, el paso del tiempo las revelará. Blake dijo:
«La Eternidad está enamorada de las obras del tiempo». Déjame decirte, jamás permitas que nadie te convenza de que por tus logros pasados o tu estado actual en el mundo no puedes cambiar tu posición subiendo dentro de ti, y, entonces, ver que el mundo entero te responde, y quiero decir «¡ahora!».

Entonces, te digo que esta dama está despierta; el Hijo está despierto en ella. El propósito de la vida es despertar. Si todo el vasto mundo o humanidad durmiente la consideró importante, ¿se sentiría halagada? Si en un sueño todo el mundo te alaba y, entonces, te despiertas y encuentras que todo fue un sueño, ¿te sentirías halagado? Uno que sueña le impone una medalla a otro que sueña, y no lo saben. Solo el despertar es importante. El despertar y hacer la voluntad de Dios. La voluntad de Dios está activa en ti como tu propia Imaginación, y Su voluntad es dar cumplimiento al estado imaginal: realizar algo novedoso, como hizo esta dama; preservar algo para que continúe siendo; dejar ir las cosas que te parecen desagradables. Lo haré todo y únicamente actuaré [accionaré], y dejaré de re∙accionar. Entonces el libro completo, la Biblia, cobra vida. Deja que todos los «sabios se burlen de ella o la toleren». Deja que alcancen la luna o las estrellas, están todos muertos. Nada vive fuera del hombre. El hombre es el alma viviente que se convierte lentamente en un Espíritu vivificador. Pero no lo puedes contar, a menos que sea en una parábola o metáfora para estimular la mente del hombre y hacer que salga y lo pruebe.

Deja el bien y el mal, y come del árbol de la vida (Apocalipsis 2:7). Nada en el mundo es falso si quieres que sea verdadero. Eres la verdad de todo lo que percibes. «Yo soy la verdad, y el camino, y la vida revelada». Si no tengo físicamente nada en el bolsillo, entonces, en la Imaginación tengo ¡mucho! Aunque esa [realidad] sea una mentira que se basa en hechos, la verdad, no obstante, está basada en la intensidad de mi imaginación, y así la crearé en mi mundo. ¿Debería aceptar los hechos y usarlos como lo que debo imaginar? No.

En el relato de la higuera (Lucas 13:6-9) se nos dice que ésta no dio fruto por tres años. Uno dijo: «Córtala y deséchala», pero la súplica del viñador fue: «¡no!». ¿Quién es el árbol? Yo soy el árbol, tú eres el árbol. Damos frutos o no los damos. Pero el Viñador dijo que cavaría alrededor del árbol y le daría nutrientes, o lo abonaría, como diríamos hoy, para ver si no va a dar fruto. Bien, eso hago aquí todas las semanas, y trato de hacer que el árbol —tú y yo— dé fruto. Deberías dar fruto en lo que deseas. Si quieres estar felizmente casado, deberías estarlo. El mundo es solo respuesta. Si quieres dinero, consíguelo. De cualquier manera, todo es un sueño. Cuando despiertas y sabes lo que estás creando, y que eres tú quien lo crea, es distinto.

La Biblia es el libro de los libros, pero ha sido considerada desde un plano moral, y es todo lamento y lágrimas. Como se nos ofrece el Evangelio, parece, si lo tomamos literalmente, poco menos que un relato despiadado. El Nuevo Testamento interpreta al Viejo Testamento, y no tiene nada que ver con moralidad. Cambia tu forma de pensar y mantente en ese nuevo estado hasta que se desarrolle. El hombre cree que él mismo debe trabajar para lograr algo, pero es Dios dormido en ti como alma viviente, y entonces renacemos como Espíritu vivificador. Lo hacemos aquí, en este pequeño salón de clases llamado Tierra, o más allá de la tumba, porque no puedes morir. Puedes estar igual de dormido más allá de la tumba. Los veo constantemente, y son iguales que aquí. Los mismos amores, los mismos odios. No hay cambio. Harán el recorrido hasta que finalmente despierten, hasta que dejen de re∙accionar y comiencen a actuar [accionar].

No tomes la historia que te he contado esta noche a la ligera. Tómala en serio. Esta noche, cuando vayas manejando a casa, representa una escena, la que sea. Olvídate del bien y del mal. Representa una escena que implique que tienes lo que deseas, y en el grado en que seas fiel a ese estado, se revelará en tu mundo, y ningún poder podrá detenerlo, porque no hay otro poder.

Nada es independiente de tu percepción. Esto lo digo por ese gran filósofo entre nosotros que aún afirma que todo es independiente del que percibe, pero que éste tiene cierto poder. No es así. Nada es independiente del que percibe. Todo se «consume» cuando dejo de contemplarlo. Puede existir para otro, pero no para mí.

Hagamos de nuestro sueño uno noble, porque el mundo es respuesta infinita hacia ti, el ser que quieres ser.

Ahora entremos en el silencio.
 


Traducido por Luis Natera
La conferencia original en inglés es THE LAW (Neville Goddard – 11-20-1959)



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