~ "La imaginación crea la realidad." (Neville Goddard) ~


sábado, 21 de julio de 2012

PODER QUE OBRA MARAVILLAS (Neville - 3 de febrero de 1969)

Neville Goddard (3 de febrero de 1969)


PODER QUE OBRA MARAVILLAS



¡Tú tienes en tu interior un poder que obra maravillas! Para comprender este poder, volvamos al Libro de Josué, donde se nos dice: “Donde quiera que la planta de vuestro pie pise, yo os lo he dado”. La forma hebrea de la palabra “Josué” es Yod Hey Vav Shin Hey [pronunciado Ye-ho-SHOO-ah] y significa, “Jehová salva”. Así que como ves, Josué no está prometiendo a otro, ¡sino a sí mismo!

Jehová dirige la danza de la vida. Nosotros somos sus bailarines, aunque su mismo ser; pues Dios y su nombre eterno es un único YO SOY. ¡No hay lugar donde puedas ir y no saber que tú eres! Puedes sufrir de amnesia y no saber quién eres ni dónde estás, pero sabes que tú eres; de modo que, sin expresarlo estás diciendo ¡YO SOY! Eso es Dios. No hay lugar donde Dios no esté y no hay nada que Dios no sea; pues si hay algo, ¡tiene que ser Dios!

Ahora bien, todas las cosas por una ley divina en el ser de otro se mezclan. Si tomas la idea de la penetración interna en serio, descubrirás que sus posibilidades son asombrosas. Todo en este mundo penetra en tu cerebro. Tú penetras en mi cerebro, como yo penetro en el tuyo. Mi apartamento está a varios kilómetros de aquí. Nueva York está a tres mil kilómetros, y el lugar donde nací está a cinco mil kilómetros de distancia. Sé que están ahí, pero si acepto la idea de la penetración interna, entonces creo que también están en mi cerebro.

Si yo quiero visitar mi casa en la isla de Barbados, pero no tengo los medios ni el tiempo para ir allí, puedo introducir su imagen en mi imaginación, acercándola en el carro de fuego de mi pensamiento contemplativo. Yo lo he hecho. Yo ya no uso este poder que obra maravillas a la ligera, porque sé que después de imaginar, mi deseo cumplido (aunque pueda olvidarlo) seré obligado a experimentarlo en este mundo de sombras.

Este poder que obra maravillas es para ser usado para cualquier cosa que desees. Ahora penetra en tu cerebro, y está donde quiera que tú estés. Sé que Barbados está en el mundo externo, pero también sé que yo soy todo imaginación. Yo sé que Dios es Hombre y existe en nosotros y nosotros en Él; que el cuerpo eterno del Hombre es la Imaginación, y eso es Dios mismo. Así que si yo – la imaginación – entro en una imagen que deseo ocupar, ningún poder terrenal puede impedir que esa imagen se convierta en un hecho objetivo.

¿Cuál es el secreto que hace que opere este poder que obra maravillas? ¡La sensación! La realidad es controlada por la sensación, como se nos dijo en el capítulo 27 del Génesis. El personaje central de este capítulo es el estado llamado Isaac, que tiene dos hijos – Esaú y Jacob. Esaú está vestido con la realidad objetiva, mientras que Jacob viste la realidad subjetiva, como anhelos, apetencias y deseos. Cuando Jacob se disfrazó como un hecho objetivo, Isaac dijo: “Acércate para que yo pueda sentirte para determinar si tú eres Esaú o no.” Y cuando él preguntó: “¿Eres realmente Esaú?” Jacob respondió, “Yo soy”.

Pónte en un estado subjetivo. Entonces siente la objetividad del estado, dándole vivacidad sensorial y tonos de realidad. Luego engáñate en la creencia de que la imagen en la que has entrado es ahora objetivamente real. Haz eso, y habrás entrado en el estado llamado Isaac. Y se nos dijo que cuando Isaac, una vez más vio su mundo objetivo, volvió Esaú y Jacob desapareció. Entonces se dio cuenta de que había sido autoengañado, pero no pudo recuperar la bendición dada al estado subjetivo.

Aunque tu mundo objetivo niegue la realidad de lo que has hecho en tu imaginación, lo que has asumido subjetivamente está en camino de suplantar a tu mundo objetivo y convertirse en tu Esaú. Como ves, en la vida estás haciendo el papel de Isaac con sus dos hijos: Esaú – tu mundo objetivo, y Jacob – el subjetivo. Tu mundo subjetivo puede parecer estar revestido de irrealidad; pero cuando entras en su imagen en tu imaginación y vistes esa imagen de sensación, tu deseo subjetivo toma los tonos de la realidad.

Así es como yo lo hago: Cuando cierro los ojos este mundo se queda fuera, como Isaac, estoy ciego al mundo exterior. Entonces me siento en el estado de mi deseo. Con mi ojo interior lo veo todo a mi alrededor. Siento su solidez, y cuando mis cinco sentidos están despiertos en la escena imaginaria, tengo la sensación de alivio, sabiendo que está logrado. Cuando abro los ojos físicos, Esaú – mi mundo físico – vuelve y trata de convencerme de que lo que hice fue irreal. Pero habiéndolo hecho una y otra vez, sé que mi deseo está moviéndose hacia su cumplimiento objetivo.

Esto es lo que quiero decir con el poder que obra maravillas. Todo está dentro de tu propia maravillosa imaginación humana, pues eso es Dios. La promesa de Josué es la promesa de Dios a sí mismo, pues no había nadie que hiciera el papel que es tan únicamente tuyo, sino Dios. Habiendo concebido una obra que sólo existía para él, Dios, el director y el autor, se convirtió en el actor. ¡Su nombre es Yo Soy! Antes de ser conocido como Juan, Pedro, hombre o mujer – ¡yo simplemente soy! Vistiéndome con lo que me gustaría ser, soy rico, pobre, conocido o desconocido. Aunque mi mundo objetivo niegue la realidad de lo que he hecho, cuando he sentido la realidad de mi estado deseado, le he dado mi bendición y no hay vuelta atrás.

En el momento en que lo que era subjetivo se vuelve objetivamente real para tí, le has dado tu bendición y no hay vuelta atrás. Vestido con la sensación de inseguridad, tu mundo externo (Esaú) refleja ese sentimiento. Pero cuando te vistes con la sensación de ser rico, incluso aunque sea subjetiva, observa – pues como la inseguridad ya no tendrá tu bendición para seguir viva, las riquezas la suplantarán.

Cada estado de conciencia está dentro de ti, ¡pues todo es Dios hecho visible! Y todas las cosas por una ley divina se mezclan en el ser de los demás. La luna está remota en el espacio, sin embargo, penetra en tu cerebro; por lo tanto está en tu cerebro. No puedo llevarte conmigo a ver la tierra desde la luna, pero puedes ir allí tú mismo. Puedes ir a cualquier punto del espacio que puedas concebir, con sólo imaginar que ya estás allí.

Cuando yo estaba en el ejército, mi oficial al mando negó mi solicitud para la licenciación. Su palabra era definitiva en el mundo del César – pero no en el mundo de Dios, pues ese mismo día yo asumí que había sido dado de baja honorablemente y estaba viviendo en mi apartamento de Nueva York, a 2000 kilómetros de distancia.

Durmiendo en un pequeño catre en las barracas, asumí que estaba en mi propia cómoda cama. Me hice bastante claro para mí que yo no estaba de permiso, sino retirado con honores y otra vez civil. En mi imaginación, mi esposa estaba en su cama y mi hija pequeña en la suya.

Entonces me levanté de la cama, me acerqué a la ventana y contemplé una escena familiar que sólo se podía ver desde allí. Vi los Apartamentos Holly a través de la calle, así como Washington Square. Caminé por todas las habitaciones del apartamento, tocando objetos familiares, y luego regresé a mi cama para dormir en la ciudad de Nueva York como si fuera un hecho.

A la mañana siguiente temprano, vi una hoja de papel que se parecía a la solicitud que había hecho. Luego una mano sosteniendo una pluma tachó la palabra “Denegada”, ¡y decididamente escribió la palabra “Aprobada”! Y oí una voz que decía: “¡Lo que he hecho, lo he hecho! ¡No hacer nada!” Sabiendo exactamente lo que yo había hecho, sabía que me estaba dirigiendo hacia su confirmación objetiva y ningún poder en la tierra podría detenerlo. Nueve días después, ¡el hombre que denegó mi solicitud me dio una baja con honores!

Yo te digo: todo es posible para el individuo cuando él sabe quién es. Tú eres el Josué del Antiguo Testamento y el Jesús del Nuevo. Y Jesús, tu propia maravillosa imaginación humana, es Jehová. Él es tu conciencia, pero en tanto que veas a Jehová como alguien distinto a tí mismo no aplicarás este principio. Debes estar dispuesto a renunciar a todos los dioses extraños, a todos los ídolos, y volver al sólo y único Dios, ¡cuyo nombre está en ti como tu mismo ser!

Si fuiste educado en la fe cristiana, fuiste enseñado a creer que Jesús estaba en el exterior. ¿Pero cómo puedes ponerle a prueba si él es otro? Nunca hubo otro Josué o Jehová. Hay sólo Dios, el director de la gran danza de la vida cuyos bailarines son él mismo. Dios hace el papel del pordiosero y baila la danza de la pobreza. También hace el papel de un millonario y baila en la melodía de los millones, como cada papel que está siendo desempeñado por Dios.

Ahora bien, ¡todo el mundo debe actuar desde donde está! Pregúntate a ti mismo: ¿dónde estoy yo? Si yo soy Dios, ¿dónde puedo ir que Dios no esté? Si hago mi cama en el infierno, Dios está allí. Si la hago en el cielo, Dios está allí, ¡pues todo me penetra! No tengo que moverme físicamente. Simplemente ajustando mi pensamiento puedo pasar de un estado a otro.

Recuerdo una fría noche de invierno en Nueva York. Estaba dando una conferencia en una iglesia al lado de Times Square, donde la multitud habitual era de más de un millar, pero a causa del frío y la nieve sólo había alrededor de 200 asistentes. Mi primer libro acababa de salir, y esa noche tal vez se vendieron 50 copias, y puesto que había mandado a imprimir 5000 yo estaba ansioso por tener el libro en distribución.

Debido a la tormenta fuera, esa noche hablé del calor de Barbados: las palmeras y los olores de los trópicos. Y cuando me retiré, me sentí en casa de mi madre en Barbados. Escuché el movimiento de las hojas y olí la atmósfera tropical. Entonces llegó un telegrama diciendo que mi madre se estaba muriendo y yo debía volver a casa. En 24 horas mi esposa y yo embarcamos para Barbados. Me había puesto allí y tuve que cumplir mi acto imaginario, a pesar de que era un momento inoportuno para ir allí; ¡así que no trato mi poder que obra maravillas a la ligera!

Cuando te pido que te ajustes a un cierto estado, me refiero a que sientas que es real, pues la realidad es controlada por la sensación. El día vendrá en que la sensación se modificará, o incluso se anulará, y que lo que crees que son las leyes de la naturaleza y la ciencia, descubrirás que no lo son en absoluto.

Este poder que obra maravillas está todo dentro de tí, y puede ser operado conscientemente cuando tú sabes quién eres. Si te pones de rodillas y rezas a un Dios externo, no conoces este poder. Si estás en una iglesia o en un bar, Dios está allí; y donde quiera que Dios esté, ese lugar es sagrado. Un bar es tan sagrado como una iglesia, ¡cuando estás ahí sabiendo quién eres!

No importa dónde estés o qué hora sea, puedes ajustar tu mente y hacer cualquier cosa real a través de la sensación. Aunque tu mundo objetivo niegue su realidad, el estado al que has entrado subjetivamente se está moviendo hacia el cumplimiento. Siempre estamos imaginando, aunque totalmente inconscientes de lo que estamos haciendo.

Yeats dijo una vez: “Nunca estaré seguro si no fue alguna mujer pisando en el lagar la que comenzó un cambio sutil en la mente de los hombres, o que una pasión, a causa de la cual muchos países se han dado a la espada, no comenzó en la mente de algún pobre muchacho pastor, iluminando su día por un momento antes de correr a su camino.”

Alguien en la cárcel sintiéndose maltratado por la sociedad puede causar la combustión del mundo, imaginando vengarse de aquellos que lo pusieron ahí, mientras que los que pensaron que estaban seguros, no se dieron cuenta de que – aunque el hombre esté en la cárcel – él es Dios, usando su poder que obra maravillas.

Si tú sabes que existe sólo Dios, ¿a quién querrías herir? Te darías cuenta de que ningún hombre podría nunca disparar a otro, pues no hay otro. No hay nada más que Dios, la sola y única realidad. Este es el Shemá, la gran confesión de fe: “Escucha oh Israel, el Señor nuestro Dios, el Señor es uno.” Mantén esto en la mente y nunca te equivocarás.

Si Dios es uno, no puede haber otro. Yo soy el único cuerpo fragmentado para que el poema se vuelva vivo. Mientras me reúno para reconstruir el templo que fue destruido cuando yo deliberadamente me fragmenté, las piedras muertas se hacen vivas una vez más. Una por una, cada fragmentación retorna al mismo cuerpo, haciéndolo más luminoso, más transparente y más creativo, pues Dios es un ser creativo en constante expansión.

Este poder que obra maravillas está en tu propia maravillosa imaginación humana. Eso es Dios. El hombre es todo imaginación, y Dios es el hombre y existe en nosotros y nosotros en Él. El cuerpo eterno del hombre es la imaginación, y eso es Dios mismo. Un cristiano llama a la imaginación Jesús. Un judío la llama Jehová. La tradición afirma que Jesús y Jehová son ídolos – ¡pero el verdadero nombre de Dios es Yo Soy!

Cree en la imaginación humana, el único Dios verdadero, usando conscientemente tu poder que obra maravillas. ¿Dónde puedes ir que no estés imaginando? No importa dónde estés, estás imaginando (consciente de) estar ahí. Un niño recién nacido no sabe quién es, dónde está, o qué es; pero él sabe que él es. Eso es Dios. Él es tu conciencia que obra maravillas, ¡el poder de la Imaginación que obra maravillas!

Espero que me tomes en serio y aprendas a creer conscientemente en tu penetración interna. Todo penetra en tu cerebro, o no podrías ser consciente de ello – sea bueno, malo o indiferente. No tienes que tomar un tren, un barco o un coche para ir a ninguna parte. Todo lo que necesitas hacer es ajustar tu pensamiento. Afirma: “Yo lo estoy poseyendo ahora”, y persiste hasta que sientas el alivio de la posesión. Luego sigue con tus asuntos, sabiendo que de un modo que tú no sabes, ¡serás llevado al cumplimiento de lo que hiciste dentro de tí!

No tienes que determinar conscientemente la serie de acontecimientos que te encontrarás; simplemente se desarrollarán en tu mundo. Puede que conozcas a un aparentemente extraño. Otros pueden aparecer, y – después de una reflexión – puedes incluso atribuirles tu éxito; pero ellos sólo estaban desempeñando un papel, ya que todas las cosas por una ley divina en el ser de otro se mezclan.

Los demás te penetran y tú les penetras a ellos, pues todos somos uno. Si alguien puede desempeñar el papel necesario para que tú subas ese peldaño de la escalera, entonces lo hará sin su conocimiento o consentimiento. ¡No pienses en personas, sino en lo que quieres como fin!

Da forma a tu vida sabiamente haciéndote consciente del deseo al que estás dando forma en tu mente, pues sin deseo no hay poder en la vida. Tu línea de alimentación es Yo Soy, mientras que tu deseo es la bombilla. Así como es imposible que una bombilla dé luz cuando no está conectada a la línea de alimentación, así pasa contigo. Debes conectar tu deseo a tu Yo Soy para que ilumine y se convierta en objetivo para ti.

Da amables regalos a todos los que te encuentres, pues cada uno eres tú mismo proyectado fuera. Ten un noble concepto de lo que te gustaría experimentar, y ajusta tu pensamiento a él, sintiendo que te has trasladado a su cumplimiento. Dale realidad a través de la sensación. Mira a tu mundo desde este punto, luego abre los ojos sabiendo que aunque tu mundo objetivo lo niegue, le has dado a tu deseo su derecho de nacimiento, y nada puede detener su cumplimiento.

Lee el capítulo 27 del Génesis cuidadosamente, recordando que todos los personajes de los que se habla ahí son personificaciones de estados dentro de ti. Como Isaac, tú siempre tienes dos hijos: tu mundo objetivo presente y tu mundo subjetivo presente. La historia te cuenta cómo vestirte con el deseo subjetivo, a través de la sensación, hasta que suplante a su hermano objetivo.

Así es cómo pasas de un estado a otro hasta que alcances el estado llamado Jesús. Entonces la historia recogida en los evangelios se cumplirá en ti, asignándote el papel central. Sólo esta experiencia puede salvarte de este mundo del César, pues eres redimido, desde dentro de tí mismo, al recrear la historia de Jesús el Cristo.

Ahora entremos en el silencio.



Traducido por Javier Encina
La conferencia original en inglés es
WONDER WORKING POWER (Neville Goddard 02-03-1969)




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